Cuando se trata de fertilidad, definitivamente el conocimiento es poder. De hecho, tienes que hacer un montón de cosas para calcular tu ventana fértil, como dar seguimiento a tu ciclo, medir tu temperatura basal, analizar tu saliva con un microscopio y observar tu moco cervical.

Si no tienes el tiempo para eso y puedes permitirte adquirir un dispositivo bastante costoso, un monitor de fertilidad lo hará todo por ti.

A menudo, las mujeres que no tienen ganas de aprender sobre su fertilidad prefieren usar monitores. Son dispositivos electrónicos que utilizan la ciencia y tus signos vitales para determinar tu fecha de ovulación.

Existen diferentes tipos de monitores de fertilidad: algunos pueden analizar tu saliva u orina, otros se pueden usar para medir tu temperatura basal.

La mayoría de los monitores de fertilidad registra tus resultados y al cabo de unas pocas semanas establece los patrones basándose en tus datos. En otras palabras, el monitor tiene en cuenta la individualidad de cada mujer.

Son simples, fáciles de usar y no requieren de mucho pensamiento o análisis, pero los monitores de fertilidad son muy caros (desde $100 e incluso hasta $400) y a veces pueden mostrar resultados incorrectos. Algunos monitores de fertilidad pueden cobrar adicionalmente los costos de seguimiento de las pruebas cada mes (casi $30 por mes).

A pesar de su obvia simplicidad, los monitores de fertilidad siguen siendo la segunda mejor opción en comparación con la conciencia de la propia fertilidad, ya que este último método ha demostrado ser mucho mejor hasta ahora. Según el estudio, el método de conciencia de. La fertilidad es más que convincente: en mujeres sanas, aproximadamente el 81% de las parejas quedan embarazadas con este método después de 6 meses, en contraste con solo el 60% registrado en las parejas que no utilizan este método.