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¿Sabías que las mujeres de todo el mundo presentan diferentes patrones en su ciclo? Esto puede ser debido a las diferencias climáticas que existen en cada región.
Empezaremos hablando de la ciencia que explica este fenómeno.
Tu ciclo se ve influenciado por la presencia de las hormonas estrógeno y progesterona. Entonces, ¿qué tiene que ver tu país con esto? La respuesta es: el sol. Sí, la luz solar afecta tu ciclo menstrual al aumentar la producción de vitamina D en tu cuerpo y suprimir la producción de melanina. Esto hace que tu cuerpo produzca más estrógeno, lo que conduce a una ovulación más frecuente y a ciclos menstruales más cortos y más frecuentes.
Las mujeres latinoamericanas pueden tener ciclos más cortos.
Las mujeres que viven en climas tropicales y subtropicales (como en América Latina, España, Italia y la zona del sur de los EE.UU.) Tienden a tener ciclos más cortos y menstruaciones más frecuentes. Esto sucede porque los rayos ultravioleta inciden con mayor frecuencia en estas regiones, por lo cual más vitamina D se produce en sus pieles y ovulan más a menudo.
En verano, los ciclos de las mujeres pueden tornarse más cortos lo cual da la sensación de que estas menstruando con más frecuencia que en invierno. Esto sucede debido a las cantidades de rayos ultravioleta.
Las mujeres que viven en el norte de Canadá, Finlandia y Noruega pueden ovular y tener ciclos menstruales más largos.
Según los estudios, la actividad ovárica es mayor en el verano que en el invierno debido a la prevalencia de la luz solar. El sol ayuda a aumentar la secreción de la 'hormona folículo estimulante' (FHS), una hormona que ayuda a regular los procesos reproductivos del cuerpo.
En invierno, las mujeres pueden ovular con menos frecuencia y experimentar un ciclo menstrual más largo en comparación al verano.
Como el frío puede provocar calambres menstruales, las mujeres que viven en países más al norte tienden a tener más calambres que las que viven en el sur.
Además, el frío también puede contraer los vasos sanguíneos, lo que puede alterar el flujo sanguíneo menstrual y aumentar el dolor menstrual.
Las mujeres en ciudades más grandes como Hong Kong, Los Ángeles, etc., pueden tener ciclos irregulares.
Las investigaciones han demostrado que el cortisol, la cortisona, la epinefrina y la norepinefrina aumentan en presencia de un aire más “sucio”. Así mismo aumentan los niveles de azúcar en la sangre, aminoácidos, ácidos grasos y lípidos. Todos ellos afectan el ciclo menstrual de las mujeres. Un mayor contenido de estas hormonas puede llevar a una mayor irregularidad del ciclo menstrual (si no hay otra razón presente relacionada con la salud). Por lo tanto, las mujeres que viven en grandes ciudades industriales o en ciudades pobladas y agitadas tienen más probabilidades de tener ciclos irregulares.
El lugar donde residas no es el único factor que afecta tu ciclo. Nuestros cuerpos son muy sensibles a lo que comemos, a cuánto pesamos y a cuánto estrés estamos expuestas.