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El volumen del flujo menstrual puede variar de un ciclo a otro. Si has notado que tu período se ha vuelto más ligero de lo habitual, puede existir una razón subyacente que no sea una enfermedad. Los problemas de salud no son los únicos que afectan a tu período, puesto que se ve afectado por muchos otros factores.
Estos cambios en tu rutina pueden hacer que tu sangrado se vuelva más ligero:
1. Has perdido o ganado peso:
Los cambios de peso pueden alterar tu ciclo menstrual haciendo que tus períodos sean mucho más cortos o más ligeros. La grasa corporal (también conocida como tejido adiposo) en realidad produce un tipo de estrógeno. A mayor cantidad de estrógeno en tu cuerpo, aumenta la probabilidad de que el revestimiento de tu útero se acumule durante la primera mitad de tu ciclo y se desprenda durante tu período. Cuanto más grueso sea el revestimiento, más abundante será tu flujo menstrual. A medida que pierdes peso, la cantidad de estrógeno en tu cuerpo puede disminuir, por lo que tu revestimiento podría volverse más delgado y tu flujo más ligero.
2. Estás estresada:
Es posible que las molestias habituales no afecten tu ciclo de esa forma, pero si experimentas situaciones particularmente estresantes, como el duelo, renunciar a un trabajo o la depresión, lo más probable es que tus hormonas se vuelvan locas.
3. Ejercicio:
Hacer deporte tiene muchos efectos positivos en tu cuerpo. Hacer ejercicio de forma regular y en cantidades moderadas puede provocar cambios sutiles en tus niveles hormonales, ya que hace que tu cuerpo se someta a un poco de estrés. Como resultado de ese estrés fisiológico, las hormonas que regulan tu ciclo menstrual pueden desequilibrarse. Ten en cuenta que los cambios de peso como resultado de hacer ejercicio también puede contribuir a las fluctuaciones hormonales.
4. Control de natalidad hormonal:
Si recientemente comenzaste a usar anticonceptivos hormonales, como la píldora, el DIU, el parche o el anillo, y tus períodos se han acortado, está bien. Es normal tener períodos más ligeros, o la ausencia del período, o tener pequeñas cantidades de sangre oscura o clara después de comenzar a usar un anticonceptivo hormonal.
5. Exceso de trabajo:
Si tienes un trabajo con horarios por turnos, éste puede afectar tu ciclo menstrual. Esto sucede debido a la interrupción de los ritmos circadianos, que influyen directamente en tu ciclo menstrual. Los cambios en los ritmos circadianos, ya sean debido a trastornos del sueño o por la alteración de la producción de melatonina, pueden afectar la regulación de las hormonas reproductivas que controlan el ciclo menstrual.
Según un estudio, las mujeres con más de 20 meses de trabajo en turnos rotativos son más propensas a tener ciclos irregulares y de duración alterada, con rangos de menos de 21 días o más de 40 días.
Si tus períodos se han vuelto más ligeros sin que tuvieras cambios significativos en tu estilo de vida, consulta a tu gineco-obstetra para averiguar la razón. Controla tu ciclo usando MIA para detectar posibles alteraciones en tus síntomas.