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Se recomienda a las adolescentes que visiten a un gineco-obstetra por primera vez después de cumplir 13 años o después de volverse sexualmente activas. Esta visita implicará una simple charla con el médico y, a menudo, no incluye ningún examen.
Te reunirás con tu médico, hablarás con él o ella y decidirás si deseas seguir acudiendo con él/ella en el futuro. Tarde o temprano, deberás realizarte un examen pélvico con tu ginecólogo. Después de hablar contigo y tomar tus dimensiones generales, pasarás por un examen físico. Te pedirán que te quite la ropa por completo y te pongas un traje especial.
Luego, te recostarás en la silla de examen con las piernas en los estribos y las rodillas dobladas. Al principio, tu médico examinará el exterior de tu vagina, luego revisará el interior de tus órganos pélvicos usando un dispositivo llamado espéculo, que mantiene abierta la vagina suavemente para que pueda ver tu cuello uterino y las paredes de la vagina.
Si es necesario, el médico también puede tomar una muestra de tejido para detectar alguna inflamación.
Todo esto llevará alrededor de 7 minutos.
Puedes sentir algo de presión durante el examen pélvico, pero no debería doler. Recuerda relajarte durante el examen.