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Los pezones agrietados o cuarteados a veces pueden ser un síntoma común en las mujeres que están amamantando.
En realidad, muchas madres jóvenes pueden sorprenderse al descubrir que la lactancia materna es más complicada, incómoda o incluso más dolorosa de lo que esperaban. Amamantar es una habilidad aprendida y puedes tardar en acostumbrarte. Una posición incómoda mientras amamantas pueden hacer que tu bebé aplaste tu pezón mientras se alimenta lo que haría que sientas dolor en los pezones y que éstos se agrieten.
Pezones agrietados: Qué puedes hacer al respecto
Hay varias cosas que puedes hacer para tratar los pezones agrietados:
Lava tus pezones con agua y limpia y esteriliza tu protector de pezones después de amamantar.
Ten especial cuidado con el posicionamiento y la forma en la que tu bebé se aferra a tu seno.
Si puedes, continúa amamantando (no es perjudicial para el bebé que se alimente de un pezón sangrando).
Si te resulta demasiado doloroso, quizás debas tomar un reposo de 24 a 48 horas, dejar que el pezón descanse y alimentar a tu bebé con leche materna extraída.
Gradualmente volver a amamantar después de descansar por un corto tiempo.
Si no estás amamantando
Si no estás amamantando, pero tienes pezones agrietados, puede ser un signo de otras afecciones médicas o incluso enfermedades peligrosas.
La dermatitis por contacto ocurre cuando tu piel entra en contacto con una sustancia irritante, ya sea un jabón nuevo, un detergente para la ropa o un limpiador industrial en un nuevo sostén.
Las reacciones alérgicas también pueden causar fisuras en el pezón. Los alérgenos pueden ser sustancias químicas o fragancias en productos como detergentes para la ropa, champú o acondicionadores, perfumes, lociones o cremas hidratantes, etc. Si observas irritación y fisuras en los pezones después de aplicar un determinado producto, es posible que tu piel sea sensible a los químicos o fragancias que contiene.
Puede ser resultado de la resequedad de la piel por la exposición al frío y al calor. Tus pezones pueden estar secos y agrietados debido a la exposición al agua caliente en la ducha. Esta irritación puede empeorar con ropa ajustada. Otros síntomas pueden incluir picazón, ampollas, escamas en la piel o erupciones.
Un piercing nuevo en el pezón tarda de dos a cuatro meses en sanar, tiempo durante el cual puede sangrar. Las infecciones, que pueden desarrollarse durante y después de la curación, también pueden causar una acumulación de pus (un absceso) dentro del pezón o la aréola.
La mastitis es una infección de los senos y sus síntomas incluyen pezones agrietados, junto con fatiga, fiebre, dolor, enrojecimiento e hinchazón en los senos. La mastitis afecta con mayor frecuencia a las mujeres que están amamantando (mastitis por lactancia), aunque a veces también la llegan a padecer mujeres que no están amamantando.
Los pezones agrietados son una emergencia médica si están acompañados de síntomas como: una secreción similar al pus en las grietas del pezón, enrojecimiento de los senos, un cambio en la textura de la piel que hace que se asemeje a la piel de las naranjas, fiebre y dolor en los senos.
Debes tener cuidado con los pezones agrietados y dañados, ya que proporcionan un punto de partida para las bacterias, que pueden provocar una infección por mastitis.